Hace un par de días, llegué a un artículo de Money Ning que enumeraba seis habilidades sobre las que sería recomendable formarse. Estas habilidades son contabilidad, escritura, un segundo idioma, gestión de proyectos, primeros auxilios y gestión de emergencias y habilidades manuales de cualquier tipo. Reconozco que algunas de ellas sí podrían ser relevantes (sobre todo los idiomas) pero que estas seis características, tal cual están expuestas en el artículo, no son aplicables a lo que busca nuestro mercado laboral.
Si hubiera que reescribir el texto aplicándolo a España, las seis habilidades que se deberían potenciar podrían ser las siguientes:
1.- Formación complementaria relacionada con la formación principal. Poniendo un ejemplo del entorno del periodismo, que es el sector en el que me muevo, las ofertas de empleo piden conocimientos complementarios de maquetación, tratamiento de imagen o incluso montaje de vídeo. No hace falta hacer un máster para adquirir y acreditar unos conocimientos básicos, basta con los cursos que proporcionan los servicios de empleo y otras entidades de manera gratuita.
2.- Comunicación. Más que la habilidad de escribir, como señala el texto original, quiero referirme a la comunicación en general. La comunicación es una habilidad básica que nos ayudará a desenvolvernos en el entorno de trabajo y, antes que eso, nos permitirá pasar sin problemas una entrevista de trabajo. La capacidad de explicar las cosas de forma clara y concisa se puede entrenar y posiblemente también haya multitud de cursos dirigidos a este fin.
3.- Idiomas. Hablar inglés se ha convertido en algo básico. En muchos casos, incluso es una exigencia y cada vez son más las empresas que realizan una parte de la entrevista de trabajo en inglés. Si, además, quieres diferenciarte y aportar algo más, un tercer idioma, aunque sea a nivel básico, te puede ayudar a resaltar por encima de otros candidatos.
4.- Trabajo individual y trabajo en equipo. Tanto la autonomía como la cooperación son muy valoradas por los responsables de recursos humanos. Normalmente, hay que interactuar con otros compañeros, de ahí la importancia del trabajo en equipo, pero también hay que ser autónomo en la realización de las tareas propias, que deberemos desarrollar individualmente. Estas dos habilidades se adquieren con el día a día pero he visto algunas ofertas de cursos de trabajo en equipo.
5.- Gestión de equipos. La capacidad para coordinar a un grupo de gente, aunque sea a un nivel muy bajo, es un valor añadido. No hace falta haber pasado por un cargo directivo para demostrarlo, basta con haber hecho trabajos en grupo durante la etapa formativa o haber creado un pequeño proyecto (una web, un blog, etc.) para poder desarrollar mínimamente esta habilidad. Igualmente, también existen cursos gratuitos muy breves que dan una serie de pautas sobre la gestión de equipos.
6.- Resolución de problemas. La resolución de problemas podría entrar dentro de las capacidades innatas pero eso no significa que también se pueda entrenar y desarrollar. Hay personas que son más previsoras y que siempre tienen en cuenta con toda la información y todas las opciones disponibles a la hora de tomar decisiones.
jueves, 27 de octubre de 2011
martes, 25 de octubre de 2011
La Seguridad Social hace caja con los becarios
Como ya publiqué, el Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes el decreto que incorpora las prácticas remuneradas al régimen general de la Seguridad Social. La cotización de las becas remuneradas para jubilación es una medida que sin duda marcará un cambio pero que también ha despertado todo tipo de opiniones, sobre todo por cómo se aplicará el carácter retroactivo.
De esto precisamente trata el texto La Seguridad Social hace caja con los becarios, que podréis encontrar en la edición de hoy de Vozpópuli.
No sé si aquí habrá alguien en situación de solicitar la recuperación del periodo de prácticas como tiempo cotizado para la jubilación, pero me gustaría conocer más opiniones y en qué puntos puede fallar la nueva normativa. Está claro que esta medida tiene sus partes buenas y sus partes malas.
Puede ser positivo no sólo porque se pueden sumar hasta dos años a las cotizaciones, sino que también se podría acreditar esta experiencia profesional incorporándola a la vida labora. También hay quien opina que puede perjudicar recuperar este periodo, en el hipotético caso de que, en un futuro, la ley cambie y la media para la pensión de jubilación se haga con la totalidad de la vida laboral.
En cualquier caso, aún es pronto para evaluar el alcance del real decreto, que no empezará a aplicarse hasta noviembre.
De esto precisamente trata el texto La Seguridad Social hace caja con los becarios, que podréis encontrar en la edición de hoy de Vozpópuli.
No sé si aquí habrá alguien en situación de solicitar la recuperación del periodo de prácticas como tiempo cotizado para la jubilación, pero me gustaría conocer más opiniones y en qué puntos puede fallar la nueva normativa. Está claro que esta medida tiene sus partes buenas y sus partes malas.
Puede ser positivo no sólo porque se pueden sumar hasta dos años a las cotizaciones, sino que también se podría acreditar esta experiencia profesional incorporándola a la vida labora. También hay quien opina que puede perjudicar recuperar este periodo, en el hipotético caso de que, en un futuro, la ley cambie y la media para la pensión de jubilación se haga con la totalidad de la vida laboral.
En cualquier caso, aún es pronto para evaluar el alcance del real decreto, que no empezará a aplicarse hasta noviembre.
jueves, 20 de octubre de 2011
Cotización de las becas remuneradas
El Consejo de Ministros aprobará mañana, según lo previsto, el decreto que regula el reconocimiento de las becas remuneradas como periodos cotizados. El tiempo máximo que se reconocerá son dos años, también con carácter retroactivo sin límite temporal, que contarán para la jubilación.
Este decreto responde la necesidad de regular una realidad social que ha ido ganando peso durante los últimos años. La incorporación al mercado laboral es cada vez más tardía y las becas han dejado de ser un trámite que pasar antes de acceder a la contratación o un periodo formativo para convertirse en una forma barata de contratación. Este cambio en el funcionamiento de las becas hacía necesaria una regulación, que verá la luz con la aprobación de la nueva normativa.
El decreto dispone que los becarios cotizarán “por la base mínima vigente en el Régimen General de la Seguridad Social que corresponda a cada periodo en que se acredite haber desarrollado una beca remunerada y, una vez determinada la cuota íntegra, se multiplicará por el coeficiente de 0,77, constituyendo el resultado de la cuota a ingresar”. La base mínima de cotización para 2011 es de 850,20 euros, que multiplicada por 0,77 por ciento daría 654,65 euros. Esta sería la cantidad que aparecerá como cotizada durante el periodo de prácticas remuneradas, aunque no coincida con la beca percibida.
Según el texto, los becarios no están obligados a cotizar por la contingencia de desempleo, así como tampoco al Fondo de Garantía Salarial (FOGASA). Por ello, esta cotización no contará para el derecho a recibir una prestación por desempleo, pero sí como tiempo trabajado a la hora de calcular la jubilación.
El abono de las cotizaciones se podrá realizar mediante un pago único o de manera fraccionada, con un máximo de mensualidades que será del “doble de aquellas por las que se formalice el convenio”. Es decir, si se va a acreditar un año de prácticas remuneradas, se podrá pagar en 24 mensualidades.
Este decreto desarrolla la medida adoptada por el Gobierno en la reforma de las pensiones, aprobada en julio de 2011, y beneficia a aquellas personas “que participan en programas de formación que incluyan la realización de prácticas formativas en empresas, instituciones o entidades, tanto públicas como privadas, y que no tengan carácter puramente lectivo, siempre que no den lugar al establecimiento de una relación laboral”.
Aplicación
Aquellas personas que, a fecha de entrada en vigor del decreto, cumplan los requisitos se incorporarán al Régimen General a partir de ese día. El pago de la cotización correspondiente al mes de noviembre de este año podrá ingresarse sin recargo hasta el 31 de enero de 2012.
Según el texto, la participación en los programas de formación debe acreditarse mediante una certificación expedida por las entidades u organismo que las financien. Además, estas entidades deberán asumir los derechos y obligaciones en materia de Seguridad Social establecidos en la normativa.
Esta medida no se podrá aplicar al personal investigador en formación, ya que su inclusión en el Régimen General de la Seguridad Social ha sido regulada de manera diferente.
Convenio especial
El decreto también incluye un convenio con la Tesorería General de la Seguridad Social por el que se reconocerán los periodos de cotización de las personas que hayan desarrollado becas remuneradas en el pasado, sin límite temporal y por un periodo máximo de dos años. Este convenio afecta a las becas desarrolladas en España y en el extranjero.
El plazo para la solicitud de suscripción de este convenio finaliza el 31 de diciembre de 2012. En los casos en que se acredite la imposibilidad de presentar los justificantes necesarios, se contempla un plazo de seis meses extra para conseguir toda la documentación necesaria, desde la fecha en que se haya presentado la solicitud.
Este decreto responde la necesidad de regular una realidad social que ha ido ganando peso durante los últimos años. La incorporación al mercado laboral es cada vez más tardía y las becas han dejado de ser un trámite que pasar antes de acceder a la contratación o un periodo formativo para convertirse en una forma barata de contratación. Este cambio en el funcionamiento de las becas hacía necesaria una regulación, que verá la luz con la aprobación de la nueva normativa.
El decreto dispone que los becarios cotizarán “por la base mínima vigente en el Régimen General de la Seguridad Social que corresponda a cada periodo en que se acredite haber desarrollado una beca remunerada y, una vez determinada la cuota íntegra, se multiplicará por el coeficiente de 0,77, constituyendo el resultado de la cuota a ingresar”. La base mínima de cotización para 2011 es de 850,20 euros, que multiplicada por 0,77 por ciento daría 654,65 euros. Esta sería la cantidad que aparecerá como cotizada durante el periodo de prácticas remuneradas, aunque no coincida con la beca percibida.
Según el texto, los becarios no están obligados a cotizar por la contingencia de desempleo, así como tampoco al Fondo de Garantía Salarial (FOGASA). Por ello, esta cotización no contará para el derecho a recibir una prestación por desempleo, pero sí como tiempo trabajado a la hora de calcular la jubilación.
El abono de las cotizaciones se podrá realizar mediante un pago único o de manera fraccionada, con un máximo de mensualidades que será del “doble de aquellas por las que se formalice el convenio”. Es decir, si se va a acreditar un año de prácticas remuneradas, se podrá pagar en 24 mensualidades.
Este decreto desarrolla la medida adoptada por el Gobierno en la reforma de las pensiones, aprobada en julio de 2011, y beneficia a aquellas personas “que participan en programas de formación que incluyan la realización de prácticas formativas en empresas, instituciones o entidades, tanto públicas como privadas, y que no tengan carácter puramente lectivo, siempre que no den lugar al establecimiento de una relación laboral”.
Aplicación
Aquellas personas que, a fecha de entrada en vigor del decreto, cumplan los requisitos se incorporarán al Régimen General a partir de ese día. El pago de la cotización correspondiente al mes de noviembre de este año podrá ingresarse sin recargo hasta el 31 de enero de 2012.
Según el texto, la participación en los programas de formación debe acreditarse mediante una certificación expedida por las entidades u organismo que las financien. Además, estas entidades deberán asumir los derechos y obligaciones en materia de Seguridad Social establecidos en la normativa.
Esta medida no se podrá aplicar al personal investigador en formación, ya que su inclusión en el Régimen General de la Seguridad Social ha sido regulada de manera diferente.
Convenio especial
El decreto también incluye un convenio con la Tesorería General de la Seguridad Social por el que se reconocerán los periodos de cotización de las personas que hayan desarrollado becas remuneradas en el pasado, sin límite temporal y por un periodo máximo de dos años. Este convenio afecta a las becas desarrolladas en España y en el extranjero.
El plazo para la solicitud de suscripción de este convenio finaliza el 31 de diciembre de 2012. En los casos en que se acredite la imposibilidad de presentar los justificantes necesarios, se contempla un plazo de seis meses extra para conseguir toda la documentación necesaria, desde la fecha en que se haya presentado la solicitud.
martes, 18 de octubre de 2011
Pensar en la búsqueda de trabajo
Harvard Business Review publicó hace unos días un artículo titulado Change the way you think about job hunting, sobre cómo debemos pensar en la búsqueda de un empleo. El autor de este texto es John Lees, que expone tres pasos para seleccionar nuestra trayectoria profesional:
Estos consejos fueron formulados hace más de un siglo, en 1908, por Frank Parsons, ingeniero, abogado y orientador profesional. El último de estos tres pasos es algo confuso, si bien Lees aclara que se refiere al pensamiento lógico como herramienta para solucionar problemas y desarrollar conclusiones.
El autor también remarca que no percibimos la búsqueda de empleo como una pizarra en blanco. Siempre hay influencias, desde la profesión de los padres y sus expectativas hasta la presión de nuestra pareja, pasando por otras como los medios de comunicación o los trabajos que nos llamaban la atención de niños.
Por último, Lees pone como ejemplo a dos clientes suyos y cómo han enfocado su orientación profesional. El primero de ellos ha creado una rutina de cambio de carrera, mientras que el segundo ha optado por la ejecución de un proyecto controlado. Los pasos que se han seguido en ambos casos son los siguientes:
Cambio de carrera
Experimento controlado
Lees destaca que estos dos procesos no son exactamente líneas de pensamiento, sino que se basan más en conocer las oportunidades disponibles, ganar confianza en uno mismo y hacer conexiones laterales entre lo que queremos y lo que podemos conseguir. El consejo del autor para cualquiera que tenga un dilema para elegir su carrera profesional es dejar de intentar decidir y construir una idea sólida.
Para finalizar, el texto nos deja este párrafo: “cualquier trabajo es un compromiso entre tus deseos y lo que otra persona necesita. Todos tenemos que pensar diferente sobre cómo elegimos nuestra carrera y aprender a encontrar el trabajo 'casi exactamente correcto', no sólo la próxima cosa que se presente”.
El texto original está disponible en inglés en este enlace.
- Entender claramente nuestras aptitudes, habilidades, intereses, recursos, limitaciones y otras cualidades.
- Conocer los requerimientos y condiciones del éxito, ventajas y desventajas, compensaciones, oportunidades y perspectivas en distintas líneas de trabajo.
- Razonar verdaderamente acerca de las relaciones entre los dos grupos anteriores de hechos.
Estos consejos fueron formulados hace más de un siglo, en 1908, por Frank Parsons, ingeniero, abogado y orientador profesional. El último de estos tres pasos es algo confuso, si bien Lees aclara que se refiere al pensamiento lógico como herramienta para solucionar problemas y desarrollar conclusiones.
El autor también remarca que no percibimos la búsqueda de empleo como una pizarra en blanco. Siempre hay influencias, desde la profesión de los padres y sus expectativas hasta la presión de nuestra pareja, pasando por otras como los medios de comunicación o los trabajos que nos llamaban la atención de niños.
Por último, Lees pone como ejemplo a dos clientes suyos y cómo han enfocado su orientación profesional. El primero de ellos ha creado una rutina de cambio de carrera, mientras que el segundo ha optado por la ejecución de un proyecto controlado. Los pasos que se han seguido en ambos casos son los siguientes:
Cambio de carrera
- Se siente atrapado en un trabajo sin perspectivas.
- Ve la luz al final del túnel. Tiene una visión limitada de lo que puede encontrar fuera.
- Pasa tiempo intentando pensar en los pros y los contras, reuniendo ideas y después tirándolas cuando algo le desanima.
- Tiene un espectro amplio e indefinido de opciones en mente.
- Se presenta algo que coincide con alguna de esas opciones, así que decide aprovechar esta oportunidad.
Experimento controlado
- Se siente atrapado en su trabajo actual pero hace lo que puede para mantener el trabajo antes de salir del mercado laboral.
- Empieza un programa consciente de reconocimiento, encontrando qué es lo que realmente debe preocuparle y si es un ajuste exacto.
- Pone la investigación por delante de la búsqueda de trabajo. Sigue preguntando y sigue entrevistándose con gente interesante.
- Compone un mapa completo de lo que hay fuera. Desarrolla una serie de opciones bien investigadas para saber lo que está buscando y cómo conseguirlo.
- Se reúne con gente interesante y consigue llamarles la atención.
- Hace coincidir las ofertas de empleo cuidadosamente para asegurarse entre seis y diez de su lista de preferencias antes de escoger una.
Lees destaca que estos dos procesos no son exactamente líneas de pensamiento, sino que se basan más en conocer las oportunidades disponibles, ganar confianza en uno mismo y hacer conexiones laterales entre lo que queremos y lo que podemos conseguir. El consejo del autor para cualquiera que tenga un dilema para elegir su carrera profesional es dejar de intentar decidir y construir una idea sólida.
Para finalizar, el texto nos deja este párrafo: “cualquier trabajo es un compromiso entre tus deseos y lo que otra persona necesita. Todos tenemos que pensar diferente sobre cómo elegimos nuestra carrera y aprender a encontrar el trabajo 'casi exactamente correcto', no sólo la próxima cosa que se presente”.
El texto original está disponible en inglés en este enlace.
jueves, 13 de octubre de 2011
Las agencias privadas de colocación colaborarán con los servicios de empleo
El Ministerio de Trabajo ha autorizado a cincuenta agencias privadas de colocación para colaborar con el Servicio Público de Empleo Estatal. El próximo paso para estas empresas será conseguir convenios con las comunidades autónomas para gestionar parte del trabajo que antes correspondía a las oficinas de empleo. La regulación que ha permitido este proceso fue publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en diciembre de 2010.
De esta manera, se abriría por primera vez la posibilidad a entidades privadas de colaborar con el SEPE. Las empresas de colocación podrán solicitar al Ministerio una autorización administrativa para gestionar las tareas de intermediación laboral y orientación profesional de los desempleados. La autorización puede ser para una o varias comunidades autónomas o en todo el territorio nacional y deben concretar el objeto de la colaboración y la financiación de la empresa para poder conseguir el convenio que las convertiría en entidades colaboradoras.
Por el momento, son cincuenta las agencias autorizadas por Trabajo. Entre ellas, hay entidades con y sin ánimo de lucro y la mayoría aún están negociando los convenios. Cuando este proceso de negociación finalice, recibirán fondos públicos para financiar sus actividades, aunque la ley exige que al menos el 40 por ciento de su negocio se centre en el sector privado, “para evitar que sólo desarrollen actividades con fondos públicos”.
¿En qué consiste la colaboración?
Las agencias funcionarán igual que los servicios públicos de empleo. Pondrán en contacto (de forma gratuita) a empresarios y desempleados. Para que esto funcione, las empresas que colaboren deberán tener un sistema informático compatible con el de los servicios de empleo para compartir ofertas y demandas de empleo. Los convenios que se están negociando son específicos, para sectores de mercado concretos, que pueden ser diferentes áreas geográficas o diferentes sectores profesionales.
Dolors Poblet, directora general de Manpower, primer gran grupo de empleo autorizado para esta colaboración, resume así cómo funcionará este sistema: “además de intermediar en sectores y zonas concretas habrá otra parte muy importante de nuestra actividad que será la de acompañamiento de los parados. Veremos sus capacidades y las contrastaremos con las ofertas que tengamos para poder orientarle y recomendarle alguna formación que mejore sus posibilidades de encontrar un empleo”.
Las empresas colaboradoras deberán rendir cuentas sobre su eficacia. Por este motivo, están obligadas a enviar cada mes datos sobre número de personas atendidas, ofertas y demandas gestionadas y resultados, entre otros. Cada dos años se evaluarán estos informes para renovar o suspender el convenio suscrito.
Las ETT se quedan fuera
La regulación ha dejado fuera a las empresas de trabajo temporal (ETT). Si este tipo de entidades quisieran participar, deberían crear una sociedad propia independiente del sector de la colocación temporal. Manpower y Ranstad han optado por esta vía para poder operar como colaboradoras con los servicios de empleo en algunas comunidades autónomas. No obstante, la patronal de las grandes ETT ha rechazo este sistema y demanda “una ampliación del objeto social” de estas empresas para transformares en agencias globales de colocación y poder firmar convenios con el sector público sin crear una nueva empresa.
Las ETT demandan un mayor protagonismo en la intermediación, argumentando que ellas colocan 4,5 veces más trabajadores que los servicios públicos de empleo. Los datos avalan esta justificación: la intermediación de las ETT es mayor en todas las comunidades autónomas, excepto en Extremadura.
martes, 11 de octubre de 2011
Cómo preparar una entrevista de trabajo
Ya he hablado varias veces sobre cómo comportarse en una entrevista de trabajo y he dado consejos de diferentes tipos que se pueden aplicar a la hora de participar en un proceso de selección pero, hasta ahora, nunca había hecho ninguna referencia al trabajo previo. Es decir, cómo preparar una entrevista de trabajo. El blog Experteer.com da algunos consejos sobre cómo hacer este trabajo.
Lo primero es informarse sobre la empresa. Es importante saber de qué tipo de empresa se trata, cuáles son sus productos o actividades principales, en qué lugares opera y, si es posible, intentar conocer algo sobre su funcionamiento. De esta manera será más fácil saber cómo podemos encajar en la plantilla de la empresa y utilizarlo a nuestro favor en la entrevista.
El blog también recomienda aplicar los procesos PPF (pasado – presente – futuro) y CCP (compromiso – competencia – personalidad). Estas dos técnicas se refieren a nuestra propia presentación. Así, en el primer caso deberemos ser capaces de resumir la experiencia profesional, en qué punto nos encontramos actualmente y cuáles son nuestras perspectivas de futuro. Por su parte, compromiso, competencia y personalidad son tres puntos importantes para el entrevistador, que podremos ilustrar con ejemplos concretos de nuestra vida profesional. Normalmente, los entrevistadores suelen pedir estos ejemplos, así que deberemos prepararnos para que no nos coja por sorpresa.
Entre las preguntas comunes en las entrevistas de trabajo se encuentran, según Experteer.com, "¿por qué quieres trabajar con nosotros?" y "¿cuáles son tus puntos fuertes y tus defectos?". Si llevamos estas cuestiones preparadas de antemano, al igual que sucede con el apartado anterior, podremos dar una respuesta más adecuada y precisa que si tuviéramos que improvisar. Conviene saber que las respuestas estandarizadas, como la consabida "soy muy perfeccionista", cuando nos preguntan por nuestros propios defectos están mal vistas por los responsables de personal.
Una vez en la entrevista, deberemos preocuparnos por crear un ambiente adecuado. Recuerda que es una conversación entre dos personas, por lo que tú tienes la mitad de la responsabilidad de lo que ocurra durante la entrevista. Aunque suene obvio, muéstrate amable y agradable, sonríe, sé cortés ante cualquier ofrecimiento y responde siempre de manera constructiva a las preguntas que se planteen durante la entrevista.
Lo primero es informarse sobre la empresa. Es importante saber de qué tipo de empresa se trata, cuáles son sus productos o actividades principales, en qué lugares opera y, si es posible, intentar conocer algo sobre su funcionamiento. De esta manera será más fácil saber cómo podemos encajar en la plantilla de la empresa y utilizarlo a nuestro favor en la entrevista.
El blog también recomienda aplicar los procesos PPF (pasado – presente – futuro) y CCP (compromiso – competencia – personalidad). Estas dos técnicas se refieren a nuestra propia presentación. Así, en el primer caso deberemos ser capaces de resumir la experiencia profesional, en qué punto nos encontramos actualmente y cuáles son nuestras perspectivas de futuro. Por su parte, compromiso, competencia y personalidad son tres puntos importantes para el entrevistador, que podremos ilustrar con ejemplos concretos de nuestra vida profesional. Normalmente, los entrevistadores suelen pedir estos ejemplos, así que deberemos prepararnos para que no nos coja por sorpresa.
Entre las preguntas comunes en las entrevistas de trabajo se encuentran, según Experteer.com, "¿por qué quieres trabajar con nosotros?" y "¿cuáles son tus puntos fuertes y tus defectos?". Si llevamos estas cuestiones preparadas de antemano, al igual que sucede con el apartado anterior, podremos dar una respuesta más adecuada y precisa que si tuviéramos que improvisar. Conviene saber que las respuestas estandarizadas, como la consabida "soy muy perfeccionista", cuando nos preguntan por nuestros propios defectos están mal vistas por los responsables de personal.
Una vez en la entrevista, deberemos preocuparnos por crear un ambiente adecuado. Recuerda que es una conversación entre dos personas, por lo que tú tienes la mitad de la responsabilidad de lo que ocurra durante la entrevista. Aunque suene obvio, muéstrate amable y agradable, sonríe, sé cortés ante cualquier ofrecimiento y responde siempre de manera constructiva a las preguntas que se planteen durante la entrevista.
jueves, 6 de octubre de 2011
Mis consejos para buscar empleo
Normalmente, prefiero acudir a fuentes externas para redactar la información que publico en este blog. Pero hoy voy a hacer una excepción y voy a presentar mis propios consejos para buscar empleo.
Los consejos que voy a dar a lo largo del post se podrían resumir en tres frases simples:
Cuida el currículum y la carta de presentación
Para empezar, necesitaremos un buen currículum y una buena carta de presentación. Si vamos a solicitar empleos para distintos perfiles, conviene tener varias versiones del currículum y de la carta, para presentar en cada ocasión la versión más adecuada para el puesto. Aunque seamos la misma persona, no es lo mismo presentarse a un puesto de licenciado que a uno de reponedor. Encontrarás consejos para elaborar tu currículum en el post “Cómo redactar un curriculum vitae”.
Los departamentos de selección de personal reciben muchas solicitudes y posiblemente ya conozcan los modelos de carta de presentación que circulan por la red, por lo que conviene ser un poco original y no ceñirse completamente a un modelo de carta. Lo mejor sería buscar varios modelos y combinar lo que más nos convenga de cada uno, creando así una carta propia. Al igual que los currículum, las cartas de presentación también se pueden adaptar a cada empresa cambiando tan sólo un par de detalles. Para profundizar más en este tema, puedes leer el post “Cómo redactar una carta de presentación”.
Una vez tengas el currículum y la carta de presentación, revísalos bien. No conviene enviar estos documentos con errores o faltas de ortografía y hay que cuidar la presentación, ya que será lo primero que la empresa vea de nosotros. Personalmente, recomiendo que alguien más lea el currículum y la carta para dar una opinión desde fuera. Muchas veces, otra persona puede ver cosas que hemos pasado por alto o aportar consejos que nos ayuden a mejorar, por eso es importante buscar otra opinión.
Organízate
Es importante controlar las ofertas de empleo a las que nos hemos inscrito y las autocandidaturas que hemos enviado. Cuando una persona pasa mucho tiempo buscando trabajo, llega un momento en que no recuerda si llegó a enviar el currículum o no a cierta empresa, en qué ofertas se ha inscrito o incluso cuántos cursos ha solicitado, que la formación también forma parte de la búsqueda. Para mantener estos datos bajo control, lo mejor es organizarse.
Podemos utilizar un cuaderno o agenda para apuntar lo que vamos haciendo día a día, como inscripciones en ofertas de empleo, envío espontáneo de currículum y carta de presentación, inscripción en cursos de formación, etc. Para encontrar la información más fácilmente en un futuro, se puede clasificar siguiendo un código. Por ejemplo, marcando las autocandidaturas con un color diferente a las inscripciones en ofertas de empleo.
Las hojas de cálculo de Excel también son muy útiles para llevar un registro a la hora de buscar trabajo. Además, este tipo de documento permite muchas otras posibilidades, como elaborar nuestros propios directorios de empresas con las que contactar para mandar una autocandidatura.
Responde rápido a las ofertas de empleo
Es muy común consultar una oferta en un portal de empleo y ver que el número de personas inscritas es demasiado elevado como para que nuestro currículum pueda ser leído por el responsable de la selección. No hay ninguna manera de evitar esto ni trucos infalibles para ser el primero en apuntarse pero sí hay una forma de enterarse lo antes posible de la publicación de una oferta.
Algunos portales de empleo permiten crear una suscripción RSS a las ofertas que tengamos configuradas como favoritas. De esta manera, cada vez que salga publicada una nueva oferta de las categorías que nos interesen, recibiremos una notificación en nuestro lector de suscripciones. Se pueden encontrar muchos programas de este tipo para descargar gratuitamente por Internet. Asimismo, las cuentas Google incluyen uno, al que se accede pulsando en la pestaña “Reader".
Además, con estos suscriptores se pueden configurar otras páginas de interés para la búsqueda de trabajo, como portales que den informaciones relacionadas con el empleo. Eso sí, siempre que esas páginas tengan la configuración adecuada para admitir suscripciones.
Los consejos que voy a dar a lo largo del post se podrían resumir en tres frases simples:
- Cuida el currículum y la carta de presentación
- Organízate
- Responde rápido a las ofertas de empleo
Cuida el currículum y la carta de presentación
Para empezar, necesitaremos un buen currículum y una buena carta de presentación. Si vamos a solicitar empleos para distintos perfiles, conviene tener varias versiones del currículum y de la carta, para presentar en cada ocasión la versión más adecuada para el puesto. Aunque seamos la misma persona, no es lo mismo presentarse a un puesto de licenciado que a uno de reponedor. Encontrarás consejos para elaborar tu currículum en el post “Cómo redactar un curriculum vitae”.
Los departamentos de selección de personal reciben muchas solicitudes y posiblemente ya conozcan los modelos de carta de presentación que circulan por la red, por lo que conviene ser un poco original y no ceñirse completamente a un modelo de carta. Lo mejor sería buscar varios modelos y combinar lo que más nos convenga de cada uno, creando así una carta propia. Al igual que los currículum, las cartas de presentación también se pueden adaptar a cada empresa cambiando tan sólo un par de detalles. Para profundizar más en este tema, puedes leer el post “Cómo redactar una carta de presentación”.
Una vez tengas el currículum y la carta de presentación, revísalos bien. No conviene enviar estos documentos con errores o faltas de ortografía y hay que cuidar la presentación, ya que será lo primero que la empresa vea de nosotros. Personalmente, recomiendo que alguien más lea el currículum y la carta para dar una opinión desde fuera. Muchas veces, otra persona puede ver cosas que hemos pasado por alto o aportar consejos que nos ayuden a mejorar, por eso es importante buscar otra opinión.
Organízate
Es importante controlar las ofertas de empleo a las que nos hemos inscrito y las autocandidaturas que hemos enviado. Cuando una persona pasa mucho tiempo buscando trabajo, llega un momento en que no recuerda si llegó a enviar el currículum o no a cierta empresa, en qué ofertas se ha inscrito o incluso cuántos cursos ha solicitado, que la formación también forma parte de la búsqueda. Para mantener estos datos bajo control, lo mejor es organizarse.
Podemos utilizar un cuaderno o agenda para apuntar lo que vamos haciendo día a día, como inscripciones en ofertas de empleo, envío espontáneo de currículum y carta de presentación, inscripción en cursos de formación, etc. Para encontrar la información más fácilmente en un futuro, se puede clasificar siguiendo un código. Por ejemplo, marcando las autocandidaturas con un color diferente a las inscripciones en ofertas de empleo.
Las hojas de cálculo de Excel también son muy útiles para llevar un registro a la hora de buscar trabajo. Además, este tipo de documento permite muchas otras posibilidades, como elaborar nuestros propios directorios de empresas con las que contactar para mandar una autocandidatura.
Responde rápido a las ofertas de empleo
Es muy común consultar una oferta en un portal de empleo y ver que el número de personas inscritas es demasiado elevado como para que nuestro currículum pueda ser leído por el responsable de la selección. No hay ninguna manera de evitar esto ni trucos infalibles para ser el primero en apuntarse pero sí hay una forma de enterarse lo antes posible de la publicación de una oferta.
Algunos portales de empleo permiten crear una suscripción RSS a las ofertas que tengamos configuradas como favoritas. De esta manera, cada vez que salga publicada una nueva oferta de las categorías que nos interesen, recibiremos una notificación en nuestro lector de suscripciones. Se pueden encontrar muchos programas de este tipo para descargar gratuitamente por Internet. Asimismo, las cuentas Google incluyen uno, al que se accede pulsando en la pestaña “Reader".
Además, con estos suscriptores se pueden configurar otras páginas de interés para la búsqueda de trabajo, como portales que den informaciones relacionadas con el empleo. Eso sí, siempre que esas páginas tengan la configuración adecuada para admitir suscripciones.
martes, 4 de octubre de 2011
Subsidio por desempleo: duración y cuantía
Con este post termina la serie dedicada al subsidio por desempleo. Recordemos que esta medida fue renovada por el Consejo de Gobierno del pasado 23 de agosto y contempla una ayuda de 420 euros mensuales a las personas que, sin tener derecho a prestación contributiva, cumplan una serie de exigencias.
La duración de este subsidio varía según la modalidad a la que se adscriba el solicitante. En cualquier caso, este derecho se concederá inicialmente por un periodo de seis meses, con la posibilidad de prolongarlo en periodos semestrales hasta la duración máxima indicada para cada caso. La prórroga se podrá mantener siempre que el solicitante siga cumpliendo los requisitos.
En la siguiente tabla se muestra la duración de la prestación según cada modalidad:
En cuanto a la cuantía, el solicitante recibirá una prestación equivalente al 80 por ciento del IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples), fijado en 531,51 euros para 2011, a excepción del subsidio especial para mayores de 45 años que hayan agotado una prestación contributiva de 24 meses. En este caso, si el solicitante tiene dos familiares a su cargo, recibirá el 107 por ciento del IPREM y el 133 por ciento con tres o más familiares a su cargo. Las cantidades percibidas serían las siguientes:
Además, el Servicio Público de Empleo Estatal ingresará las cotizaciones a la Seguridad Social correspondientes a las prestaciones de asistencia sanitaria y protección de la familia. En el subsidio para mayores de 52 años y en algunos casos de fijos discontinuos también se ingresarán las cotizaciones para jubilación.
Para ver las obligaciones a las que está sujeto el solicitante, se puede consultar el post titulado "Obligaciones del susbidio por desempleo".
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La duración de este subsidio varía según la modalidad a la que se adscriba el solicitante. En cualquier caso, este derecho se concederá inicialmente por un periodo de seis meses, con la posibilidad de prolongarlo en periodos semestrales hasta la duración máxima indicada para cada caso. La prórroga se podrá mantener siempre que el solicitante siga cumpliendo los requisitos.
En la siguiente tabla se muestra la duración de la prestación según cada modalidad:
| MODALIDAD | DURACIÓN DE LA PRESTACIÓN |
| Haber agotado una prestación contributiva y tener familiares a cargo | Duración variable en función de la edad, tener responsabilidades familiares y de la duración de la prestación contributiva |
| Mayores de 45 años que hayan agotado la prestación contributiva | Seis meses |
| Mayores de 45 años que hayan agotado una prestación contributiva de 24 meses | Seis meses, con posibilidad de solicitar después un subsidio por agotamiento |
| Emigrantes retornados | 18 meses |
| Liberados de prisión | 18 meses |
| Revisión del expediente de invalidez | 18 meses |
| Haber cotizado tres, cuatro o cinco meses con responsabilidades familiares | Tres, cuatro o cinco meses |
| Haber cotizado seis meses | Seis meses, sin responsabilidades familiares 21 meses, con responsabilidades familiares |
| Mayores de 52 años | Hasta que el trabajador se jubile |
| Trabajadores fijos discontinuos | Según el número de meses cotizados en el año anterior a la solicitud |
En cuanto a la cuantía, el solicitante recibirá una prestación equivalente al 80 por ciento del IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples), fijado en 531,51 euros para 2011, a excepción del subsidio especial para mayores de 45 años que hayan agotado una prestación contributiva de 24 meses. En este caso, si el solicitante tiene dos familiares a su cargo, recibirá el 107 por ciento del IPREM y el 133 por ciento con tres o más familiares a su cargo. Las cantidades percibidas serían las siguientes:
- 80 por ciento del IPREM: 425,20 euros
- 107 por ciento del IPREM: 568,71 euros
- 133 por ciento del IPREM: 706,90 euros
Además, el Servicio Público de Empleo Estatal ingresará las cotizaciones a la Seguridad Social correspondientes a las prestaciones de asistencia sanitaria y protección de la familia. En el subsidio para mayores de 52 años y en algunos casos de fijos discontinuos también se ingresarán las cotizaciones para jubilación.
Para ver las obligaciones a las que está sujeto el solicitante, se puede consultar el post titulado "Obligaciones del susbidio por desempleo".
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