jueves, 13 de octubre de 2011

Las agencias privadas de colocación colaborarán con los servicios de empleo

El Ministerio de Trabajo ha autorizado a cincuenta agencias privadas de colocación para colaborar con el Servicio Público de Empleo Estatal. El próximo paso para estas empresas será conseguir convenios con las comunidades autónomas para gestionar parte del trabajo que antes correspondía a las oficinas de empleo. La regulación que ha permitido este proceso fue publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en diciembre de 2010.

De esta manera, se abriría por primera vez la posibilidad a entidades privadas de colaborar con el SEPE. Las empresas de colocación podrán solicitar al Ministerio una autorización administrativa para gestionar las tareas de intermediación laboral y orientación profesional de los desempleados. La autorización puede ser para una o varias comunidades autónomas o en todo el territorio nacional y deben concretar el objeto de la colaboración y la financiación de la empresa para poder conseguir el convenio que las convertiría en entidades colaboradoras.

Por el momento, son cincuenta las agencias autorizadas por Trabajo. Entre ellas, hay entidades con y sin ánimo de lucro y la mayoría aún están negociando los convenios. Cuando este proceso de negociación finalice, recibirán fondos públicos para financiar sus actividades, aunque la ley exige que al menos el 40 por ciento de su negocio se centre en el sector privado, “para evitar que sólo desarrollen actividades con fondos públicos”.

¿En qué consiste la colaboración?

Las agencias funcionarán igual que los servicios públicos de empleo. Pondrán en contacto (de forma gratuita) a empresarios y desempleados. Para que esto funcione, las empresas que colaboren deberán tener un sistema informático compatible con el de los servicios de empleo para compartir ofertas y demandas de empleo. Los convenios que se están negociando son específicos, para sectores de mercado concretos, que pueden ser diferentes áreas geográficas o diferentes sectores profesionales.

Dolors Poblet, directora general de Manpower, primer gran grupo de empleo autorizado para esta colaboración, resume así cómo funcionará este sistema: “además de intermediar en sectores y zonas concretas habrá otra parte muy importante de nuestra actividad que será la de acompañamiento de los parados. Veremos sus capacidades y las contrastaremos con las ofertas que tengamos para poder orientarle y recomendarle alguna formación que mejore sus posibilidades de encontrar un empleo”.

Las empresas colaboradoras deberán rendir cuentas sobre su eficacia. Por este motivo, están obligadas a enviar cada mes datos sobre número de personas atendidas, ofertas y demandas gestionadas y resultados, entre otros. Cada dos años se evaluarán estos informes para renovar o suspender el convenio suscrito.

Las ETT se quedan fuera

La regulación ha dejado fuera a las empresas de trabajo temporal (ETT). Si este tipo de entidades quisieran participar, deberían crear una sociedad propia independiente del sector de la colocación temporal. Manpower y Ranstad han optado por esta vía para poder operar como colaboradoras con los servicios de empleo en algunas comunidades autónomas. No obstante, la patronal de las grandes ETT ha rechazo este sistema y demanda “una ampliación del objeto social” de estas empresas para transformares en agencias globales de colocación y poder firmar convenios con el sector público sin crear una nueva empresa.

Las ETT demandan un mayor protagonismo en la intermediación, argumentando que ellas colocan 4,5 veces más trabajadores que los servicios públicos de empleo. Los datos avalan esta justificación: la intermediación de las ETT es mayor en todas las comunidades autónomas, excepto en Extremadura.

0 comentarios:

Publicar un comentario