Motivar a los empleados

A veces me gusta publicar contenidos que no vayan dirigidos a la búsqueda de empleo, sino a la vida laboral, así que hoy vamos con un texto sobre motivación en el trabajo. El tema llega desde la quinta jornada de EmprenDay, organizada por la aceleradora de proyectos Ideateca y que este año ha contado con Óscar Paz, responsable de proyectos y plan action claims en el servicio de Atención al Cliente de AXA Seguros.

"Cuando pensamos en poner en marcha un nuevo proyecto, nuestra atención gira en torno a la financiación, a las infraestructuras, al capital y a la forma en la que vamos a darlo a conocer, pero hay otro punto tanto o más importante que también requiere nuestra dedicación: las personas que forman parte del proyecto", indica Paz.

Para este ponente, es tan relevante "cumplir los objetivos empresariales como generar un clima de trabajo que favorezca el bienestar y la creatividad de la plantilla". Para ello, es necesario que el ambiente de trabajo sea "motivador en incluso divertido" para que "fluyan el talento y la creatividad".

"Las empresas deben alejarse de la rutina y de los ambientes negativos que genera y que acaban matando la creatividad". En este sentido, es muy importante que la empresa apoye las interacciones sociales entre el personal de la empresa, favorezca los lugares de descanso e incluso dé la posibilidad de hacer actividades periódicamente para relajar y motivar a los empleados.

"Es una obligación profesional y moral, tanto de directivos como empleados, fomentar ambientes de trabajo motivadores", porque si no "la rutina acabará siendo demoledora" y afectará a los resultados del trabajo. Es un hecho que, en los equipos de trabajo donde existen ambientes con menos tensión y en los que siempre hay un lugar para expresarse, aumenta "el rendimiento y su capacidad para resolver conflictos y situaciones imprevistas es mejor".

En los últimos años, esta filosofía de mantener motivados a los empleados se ha extendido a muchas empresas, sobre todo grandes multinacionales. Lamentablemente, en las empresas más reducidas, en parte también por el clima general de pesimismo que ha traído la crisis, se tiende a aumentar la presión sobre los trabajadores.